viernes, 25 de mayo de 2012

Mente positiva o negativismo estratégico: ¿Cúal es la clave del éxito?

En los últimos años todo parece indicar que estamos bajo el imperio del optimismo. El pensamiento positivo es “cool”, vende muchísimos libros de autoayuda y consagra para la posteridad a los gurús que llenan su timeline en Twitter con frases hechas que probablemente tienen mucha buena intención pero que están exentas de aplicabilidad y valor real.
Pero la verdad es que si tan solo prestásemos un poco de atención, el éxito no guarda tanta relación con el pensamiento positivo como con una serie de comportamientos y competencias concretas: tener objetivos bien definidos, poseer la motivación adecuada, conocer nuestros límites y potencialidades, ser perseverantes… De hecho, el celebérrimo estudio realizado por Lewis Terman en el ya lejano 1921 demostró que el éxito de los niños superdotados no está en su inteligencia sino en la perseverancia. De la misma forma, un estudio mucho más reciente publicado en Psychological Science nos alerta sobre los riesgos del pensamiento positivo afirmando que puede ser una buena técnica pero no para todos ni para todo porque podría convertirse en un peligroso efecto boomerang.
De hecho, existe una realidad que usualmente esconden los gurús de la Psicología Positiva. Y es que las cosas podemos hacerlas aún si no estamos del humor justo. Tanto es así que se ha demostrado que las mujeres que viven en los países desarrollados gestionan mucho mejor la economía que los hombres ya que estos tienden a abandonarlo todo o caer en la depresión.
¿Es que las mujeres aplican más la Psicología Positiva? No lo creo. Probablemente todo se deba a que culturalmente, han desarrollado un mayor sentido de la responsabilidad para con la familia y esto las impulsa a continuar adelante sin desfallecer. Entonces la conclusión que podríamos extrae es que podemos sentirnos mal y tener ganas de escapar pero igualmente seremos capaces de llevar adelante un proyecto. Claro, probablemente no nos sentiremos particularmente felices y relajados pero podríamos obtener buenos resultados.
Además, a veces pensar en negativo también es productivo. Por ejemplo, si piensas que podrías perder tu empleo posiblemente esto te motivará a buscar otras alternativas que podrían ser incluso más interesantes de la actual. Es como la relación entre el eustrés y el distrés. Un poco de eustrés es positivo porque nos brinda la energía necesaria para emprender nuevos proyectos o solucionar problemas particularmente difíciles.
Y es que realmente nuestro éxito ante la vida no depende tanto de nuestros pensamientos positivos sino de nuestra actitud, de nuestra capacidad para asumir las responsabilidades y de nuestras capacidades para emprender nuevos retos. Recordemos que un pensamiento sin una acción subsiguiente es tan improductivo como una danza india para llamar la lluvia.

Escrito por Jennifer para Rincón de la Psicología En este articulo en concreto recomendamos mucho que vayáis a la entrada original por lo interesante que esta el debate sobre el tema.

Un estudio español relacionara los diferentes estilos de risa con los estadios emocionales

MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -

FOTO: Ernesto Perales.
La Universidad de Zaragoza y el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) colaboran en un estudio pionero con el que pretenden dilucidar la relación existente entre las distintas clases de risa y los estados emocionales, lo que servirá para entender un poco mejor el comportamiento emocional del ser humano.
El estudio consistirá en recoger archivos de audio con grabaciones de risa de voluntarios que quedarán alojadas en la red social 'Feelicity' (www.feelicity.es), en la que hay un apartado en el cual se selecciona el archivo audio con la risa, grabado previamente, y se sube a la aplicación.
Los archivos serán almacenados y una vez se desarrolle la plataforma precisa para realizar el estudio, se comenzará con el análisis de cada una de ellas.
Según los expertos, clasificar y agrupar automáticamente esos tipos de risa servirá para entender un poco mejor el comportamiento emocional del ser humano.
La iniciativa se inscribe en el proyecto Explora, titulado 'Estudio Neurocomputacional de la Risa: aplicación a nuevas tecnologías de diagnóstico psiquiátrico', del Ministerio de Economía y Competitividad.
Y es que como reconocen los impulsores de la iniciativa, la risa apareció mucho antes que el habla, y se ha usado como respuesta y expresión de múltiples situaciones y estados. Pese a todo, no deja de ser una señal acústica, muy parecida al lenguaje pero con una serie de características propias, temporales y frecuenciales con una gran variabilidad.
Esa variabilidad se utiliza para llevar información al oyente, qué nos ha hecho reír y cómo nos sentimos. Según el ritmo y la melodía, es decir, según la duración y espaciado de la carcajada y sus frecuencias, se puede indicar si nos ha sorprendido gratamente algo, si nos gusta una persona o su forma de ser o si queremos incluir o excluir a alguien de nuestro grupo social.
De este modo, explican al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), el poder agrupar esos tipos de risa ayudarán a comprender los estados emocionales del ser humano.
Uno de los principales inconvenientes en el estudio, según apuntan, es la imposibilidad de reproducir risas naturales y espontáneas en el laboratorio.
Por eso, "toda grabación de una situación alegre, feliz, cómica, sería de gran ayuda para la realización del estudio. Con el móvil y una pequeña descripción del contexto (saludando a viejos amigos, riéndome con la pareja, ante un buen chiste), y sin mucho ruido o conversaciones de fondo, se puede aportar una información muy importante".