miércoles, 3 de diciembre de 2014

Meditacion Mindfulness: Vivir plenamente







Mindfulness es una cualidad de la mente de estar presente y consciente en un momento determinado, en un momento en que cuerpo y mente se sincronizan totalmente en un instante de realidad presente. Presencia plena y conciencia abierta se conjugan en un momento en nuestra mente/cuerpo/espíritu. Es esa cualidad propia de cualquier ser humano pero que ha sido motivo de estudio principalmente en el paradigma oriental. La experiencia de mindfulness se devela y se entrena en una disciplina o práctica llamada meditación. La práctica de meditación proviene de tradiciones milenarias que ponen énfasis en la legitimidad de la propia experiencia como fuente válida de conocimiento. La práctica se basa en entrenar el estar presente y consciente en cada momento de nuestra vida; acoger cualquier cosa que surja en nuestra experiencia, amorosamente y sin juicio; abrir el corazón para hacernos amigos de nosotros mismos y permitir que surja la compasión por los demás.

Oxitocina: Empatia contagiosa






La oxitocina (del griego ὀξύς oxys "rápido" y τόκος tokos "nacimiento") es una hormona producida por la hipofisis. Igualmente llamada informalmente por algunos como la "molécula del amor" o "la molécula afrodisíaca", La hormona de los mimosos, es una hormona relacionada con los patrones sexuales y con la conducta maternal y paternal que actúa también como neurotransmisor en el cerebro. En las mujeres, la oxitocina igualmente se libera en grandes cantidades tras la distensión del cérvix uterino y la vagina durante el parto, así como en respuesta a la estimulación del pezón por la succión del bebé, facilitando por tanto el parto y la lactancia. También se piensa que su función está asociada con el contacto y el orgasmo.

Empatia femenina: Estereotipos de genero






Cuando nos hallamos bajo presión, luchamos o huimos. Esta respuesta, sin embargo, podría ser propia sólo de los varones. Nuevos datos demuestran que, a diferencia de los hombres, las mujeres bajo presión cuidan de los otros e inician amistades, dedicándose a entablar y mantener relaciones sociales. Un grupo de investigadores pidieron a voluntarios de ambos sexos que colocaran su mano en agua helada, acción que dispara los niveles de cortisona, la hormona del estrés. Después, mientras se les realizaba un escáner cerebral, tenían que observar rostros enfadados o neutrales. Los varones mostraban un menor grado de actividad que los hombres sin estrés en una región del cerebro clave para el procesamiento de los rostros; ello sugiere que su capacidad de evaluar las expresiones faciales había disminuido. En contraste, dicha región presentaba un mayor grado de actividad en las mujeres estresadas.