jueves, 9 de diciembre de 2010

Cerebros: Endorfinas y esperanza


Cuando vivimos un momento de felicidad personal, éste actúa sobre nuestra secrección glandular de endorfinas. En cambio, si vivimos momentos desagradables, disminuye el nivel de las mismas. Las endorfinas nos hacen sentir placer. Nosotros mismos somos los que tenemos que averiguar cuáles son nuestros momentos más placenteros: escuchar nuestra música favorita, una buena comida, un buen masaje, la meditación, las caricias, la relación sexual…. Esto depende de cada persona, ya que si para mi es placentero el pasear rodeada de gente, hay quien prefiere el paseo en soledad.

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